viernes, 4 de marzo de 2022

La era de la desinformación




Las noticias del telediario, los programas sensacionalistas, periódicos, la radio...

Existen unos pocos con medios para manipular a muchos.


El ser humano siempre ha sido muy maleable.
El Imperio Romano daba pan y circo a sus ciudadanos, para que creyeran ser felices y así hiciesen todo lo que se les pedía. A los cristianos y musulmanes de la antigüedad no les importaba morir en batalla, porque llegarían al cielo; eran los soldados ideales para cualquier dirigente. En la Segunda Guerra mundial, los nazis siempre han sido vistos como una raza diferente de crudos asesinos, sin pararse a pensar el contexto histórico de por qué hicieron lo que hicieron. Hoy en día, sin ir más lejos, lo mismo está sucediendo con Rusia en el conflicto con Ucrania, donde la gente de occidente no sabe ni remotamente la realidad de toda esta situación.

Un pueblo manipulado, un pueblo que no piense por sí mismo, es un ejército fiel a manos de los gobiernos. Y qué mejor forma de disponer de un fiel ejército de vasallos, que haciéndoles creer que lo tienen todo y son libres.
Siempre se ha de tener al pueblo entretenido. Ya sea trabajando, haciendo que luchen por llegar a fin de mes, cuidando a sus familias, o dándoles películas, series y fútbol. Porque, de no ser así, se consigue un pueblo con demasiado tiempo libre para pensar; y eso es lo último que quieren los gobiernos, un pueblo que piense por sí mismo.

Los gobiernos utilizan una forma de represión muy eficaz, lo que yo llamo la policía del pueblo.
Para la gente que manda y necesita que tengamos un pensamiento determinado, es muy complicado "perseguir" y tratar de acosar a los ciudadanos que no piensan como ellos quieren. Para ello, se bastan con un arma muy poderosa, que no es más que manipular a las masas para que éstas hagan de represores del resto de la sociedad.
Desde las altas esferas, se han dado cuenta (desde hace muchos años, siglos) que un gran porcentaje de la sociedad es altamente manipulable. Y no lo es porque sean genéticamente inferiores o diferentes al resto de una forma natural, sino simplemente porque su situación personal, económica o educativa les ha llevado a formar parte de ese conjunto de ilusos sociales.
Si impregnas a un alto porcentaje de la sociedad con una ideología determinada, estos mismos se encargarán de aislar y apalear a los pocos descarriados con una actitud crítica, objetiva o que traten de entender los porqués de las situaciones, intentando desenmascarar las mentiras de esos entes manipuladores.
Así, gran parte de la gente con espíritu crítico, se ve obligado a seguir a las masas para no ser denostado y aislado socialmente.

Cuando los medios de comunicación envíen un mismo mensaje de forma insistente, es momento de pararse a pensar por qué lo hacen, ya que lo más probable es que estén intentando manipularnos.
Normalmente, estos medios de comunicación actúan según les dicta el gobierno de turno. Aunque, peor aún, es cuando se ven obligados a informar según les dictan los mandatarios extranjeros; porque tristemente, España no es un país soberano, sino vasallo de la Unión Europea y, por ende, de Estados Unidos.


No hay mayor represión que la que nos imponemos a nosotros mismos, creyendo que lo sabemos todo, cuando realmente no sabemos nada. No hay más falta de libertad que cuando creemos ser libres.

Dame el poder de comunicar, y dominaré el mundo.